En una entrevista con Joaquín Sánchez, Carrasco comparte sobre su viaje musical y la influencia esencial de su esposa en su carrera.
Joaquín Sánchez logró desvelar en «Conversaciones con Joaquín» el alma detrás del talentoso Manuel Carrasco. Reconocido por la emotividad de sus letras, Carrasco admitió que, a pesar de que el canto siempre ha sido su refugio y fortaleza, sus comienzos no estuvieron exentos de obstáculos. «En la juventud, las inseguridades pueden pesar mucho«, compartió.
Contrario a la creencia popular, Carrasco no dio sus primeros pasos cantando en la ducha, sino más bien en un lugar más insólito: el baño. Desde esos días, comenzó a plasmar sus sentimientos, especialmente sobre desamores, en canciones. Su firme ética de trabajo, inculcada por su entorno familiar y las vivencias en su barrio, ha sido determinante en su trayectoria. «Crecí con el principio de que nada llega sin esfuerzo», enfatizó.
A pesar de su éxito, Manuel confesó a Joaquín que Eurovisión no está en sus planes. Recordando su participación en Operación Triunfo, Carrasco tuvo la oportunidad de representar a España en Eurovisión, pero no siente que ese haya sido su camino. De hecho, manifestó su contento porque la elección recayera en Ainhoa Cantalapiedra. «Hay espectáculos en los que quizás tú (Joaquín) encajarías mejor que yo«, expresó. Sin embargo, tras una pausa reflexiva, añadió: «Siento que hay artistas que brillarían más que yo en ese escenario«.
A día de hoy, Manuel tiene la mirada puesta en distintas aventuras profesionales. Pero una pieza esencial en este rompecabezas es su esposa, Almudena. «Ella es mi roca. Sin su apoyo, muchas de las maravillas que estamos viviendo no serían posibles«, reconoció Carrasco. Además, confesó que el juicio de Almudena es invaluable, no sólo en su vida personal sino también en su faceta creativa y artística.
